Crónica de una celebración entrañable: La misa en honor a San Antón, patrón de los animales
Hoy, 19 de enero, a las 10:30 de la mañana, el corazón de nuestra localidad ha latido con fuerza en una celebración que nos une como comunidad y que honra nuestras tradiciones más queridas. En la pequeña pero acogedora ermita dedicada a San Antón, patrón de los animales, se ha celebrado una misa cargada de emoción, devoción y alegría.
El oficio religioso, organizado con todo detalle, ha comenzado con la bendición del pan, un gesto que nos recuerda las raíces humildes y solidarias de esta festividad. Pero el momento más especial y significativo ha llegado con la bendición de todas las mascotas que los fieles han llevado consigo. Desde perros juguetones hasta gatos curiosos, pasando por conejos, pájaros y hasta algún que otro caballo tímido, todos los animales han recibido la protección y el cariño del patrón que vela por ellos. Este acto, tan tradicional como emotivo, refuerza el vínculo especial que compartimos con nuestras mascotas, esos compañeros fieles que forman parte de nuestras familias y de nuestras vidas cotidianas.
La ermita ha sido el epicentro de esta festividad, y a ella no ha faltado nadie. Todas las representaciones municipales han estado presentes, reflejando el compromiso de nuestras autoridades con nuestras tradiciones y su implicación en los actos que nos definen como pueblo. Pero, además, la misa ha contado con la especial participación de las damas de las Fiestas Mayores Patronales, así como de dos figuras muy queridas por todos: nuestra reina Paula y la reina infantil Aitana. Ambas, con su radiante presencia, han presidido el oficio, demostrando una vez más su cercanía y su dedicación a los eventos que forman parte del alma de nuestra comunidad.
La misa ha sido mucho más que un acto religioso; ha sido un encuentro que ha fortalecido nuestros lazos como vecinos y como amantes de la vida en todas sus formas. La presencia de las mascotas, la solemnidad del acto y la belleza del entorno de la ermita han creado un ambiente único, cargado de espiritualidad y de alegría compartida.
Al finalizar la ceremonia, los asistentes no podían ocultar su satisfacción. En el aire se respiraba un sentimiento de gratitud, de unidad y de celebración de nuestras tradiciones más auténticas. Hoy no solo hemos homenajeado a San Antón, sino que hemos reafirmado nuestra identidad como pueblo y nuestra conexión con el legado que nos une.
Este 19 de enero quedará grabado en la memoria de quienes han tenido el privilegio de participar en esta celebración. Una vez más, hemos demostrado que nuestras tradiciones no solo están vivas, sino que son el pilar que nos sostiene y nos da sentido. Que San Antón siga protegiendo a nuestros animales y que nosotros sigamos reuniéndonos año tras año para honrarlo con la misma devoción y alegría.
Francisco Sánchez
Reportero y cronista de tradiciones locales
