¡Hola, hola, hola, queridísimos amigos y vecinos de Benidorm! Aquí vuestro reportero más dicharachero, Francisco Sánchez, llevándoos con todo el cariño y entusiasmo los detalles de este día tan especial. Hoy hemos celebrado la tradicional ofrenda de flores a la Virgen del Carmen, nuestra querida reina de los mares, en un evento que ha reunido a multitudes de devotos y visitantes en un ambiente de fervor y alegría inigualable.
La jornada comenzó con un radiante sol que bañaba el parque de Elche, punto de partida de nuestra procesión. Desde aquí, la imagen de la Virgen del Carmen, engalanada con flores y adornos marineros, emprendió su majestuoso recorrido. Los asistentes, vestidos con sus mejores galas, se unieron en una marea humana que avanzó por el paseo de la carretera. ¡Qué espectáculo de colores y emociones, amigos!
La procesión, llena de devoción y música, se abrió paso por el centro de nuestra querida Benidorm, despertando sonrisas y lágrimas de emoción a su paso. Los balcones adornados y las calles llenas de gente crearon un escenario digno de los mejores cuadros festivos. Y así, con paso firme y corazón en mano, llegamos a la emblemática plaza Castelar.
En la plaza, el ambiente se tornó aún más solemne y emotivo. Allí, ante la presencia de nuestra Virgen del Carmen, se realizó la ofrenda floral. Cientos de ramos y coronas de flores se depositaron a sus pies, cada uno de ellos simbolizando la devoción y el amor de nuestra gente. ¡Qué bonito gesto de unidad y fe, mis queridos amigos!
Pero el momento culminante llegó con la entrega de tres majestuosas coronas a la Virgen. Cada una, con su brillo y esplendor, fue colocada con todo el respeto y la reverencia que nuestra patrona merece. El acto, lleno de simbolismo, nos recordó la profunda conexión que los benidormenses tenemos con el mar y nuestra Virgen protectora.
Y así, entre aplausos y vítores, concluyó este acto multitudinario que no solo honra a la Virgen del Carmen, sino que también refuerza nuestros lazos como comunidad. Hemos compartido momentos de profunda devoción y de inmensa alegría, celebrando juntos nuestra fe y nuestras tradiciones.
Desde aquí, vuestro reportero más dicharachero, os envío un abrazo enorme y os invito a seguir disfrutando de este día tan especial. ¡Viva la Virgen del Carmen! ¡Y viva Benidorm! ¡Hasta la próxima, amigos!