¡Hola, amiguitos y amiguitas! Aquí está su reportero más dicharachero, Francisco Sánchez, trayéndoles la crónica más festiva y destellante de Benidorm. ¿Dónde me encuentro? Pues nada menos que en la Plaza de la Navidad, un rincón mágico donde la alegría y la diversión se han unido para crear un espectáculo de luces y risas que haría sonrojar hasta al mismísimo Papá Noel.

El paseo por esta maravillosa plaza es como entrar en un cuento de hadas lleno de atracciones para niños y niñas. Pero lo que ha robado mi corazón (y el de muchos peques) es la pista de patinaje que se ha vuelto tan clásica como el turrón en estas fechas. ¡Y no estoy hablando de cualquier pista! Estoy hablando de una pista que ha visto a generaciones de patinadores, desde los que apenas pueden dar dos pasitos hasta los más intrépidos que se lanzan con piruetas y giros dignos de una competición olímpica.

He tenido la suerte de entrevistar a algunos pequeños expertos en patinaje, y sus caritas iluminadas por la emoción son como lucecitas parpadeantes de árbol de Navidad. Me contaron sus hazañas sobre hielo y cómo se sienten al deslizarse como si fueran renos en la víspera de Navidad. ¡Son unos auténticos artistas del patinaje sobre hielo, sin lugar a dudas!

Pero eso no es todo, mi querida audiencia infantil. La Plaza de la Navidad se ha convertido en un escenario de cuento de hadas con luces centelleantes que iluminan cada rincón. ¡Parece que las estrellas bajaron del cielo para jugar en Benidorm! Y créanme, amigos, cuando digo que la gente se contagia de esa magia. ¡He visto sonrisas más grandes que el mismísimo trineo de Santa!

Hablemos un momento sobre los más peques, esos que creen que cada luz parpadeante es un elfo travieso que les guiña el ojo. ¡Sus risas y exclamaciones llenan el aire, convirtiendo la plaza en un escenario de pura felicidad! Y no es para menos, con todos los juguetes, puestos de chucherías y el aroma a gofre y chocolate caliente que impregna el ambiente. ¡La Navidad ha llegado a Benidorm para quedarse!

Así que, pequeños aventureros, si están buscando el lugar más chispeante y mágico para celebrar estas fiestas, no busquen más. La Plaza de la Navidad en Benidorm les espera con los brazos abiertos, con risas, luces y momentos que recordarán durante todas las Navidades que vendrán.

Y con esta crónica destellante, su intrépido reportero, Francisco Sánchez, les desea a todos ustedes una Navidad llena de alegría, amor y, por supuesto, muchas risas. ¡Felices fiestas, Benidorm! ¡Y que la diversión no termine jamás! ¡Hasta la próxima travesura festiva!

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Por Francisco

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